22 de febrero de 2014

CITIUS, ALTIUS, FORTIUS, NERVIUS


El muchacho sonrió. Empezó a caminar, a dar zancadas más largas; empezó a correr y a correr y a correr cada vez más. Se sentía más veloz, más alto y más fuerte. Cuando llegó ante la puerta timbró, una, dos y hasta tres veces. Entonces bajó la mirada, porque como se sabe, a los hombres también nos dan nervios la primera vez.©

2 comentarios:

  1. Seguramente una cosa es llamar y otra que te abran.
    Me gustó el ritmo del muchacho. Ese in crescendo abruptamente roto.

    Un cordial saludo.

    ResponderBorrar
  2. Gracias, querida Albada, por tu amable observación oportunamente cierta.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar

Visitas del mes pasado a la página

Translate

Traductor
English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified
Quiero esto en mi Blog!

***

Especial: La novela en mil textos

Homenaje a Georges Méliés

Colegio Académico de Buga

Antología de minicuentos contundentes

ESCARABAJO

Revista Antología de amor y desamor: dos textos míos

Revista Salvo el crepúsculo: microrrelatos de mi autoría.

Secretos del cuentista

¿El último adiós?

El selfie del infierno

El corto de terror más corto

El parricida cortometraje