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Cuentan que el prolífico Balzac bebía unas cincuenta tazas de café humeante al día. Con semejante adicción acortó su vida a los cincuenta y un años. Puesto que el reloj supone al relojero, Voltaire, señaló: “Claro que el café es un veneno lento. Hace cuarenta años que lo bebo”.©2015.