Con los días, el desarrollo evolutivo de la voz de Emilia fue paralelo a la evolución del resto del cuerpo. Pasó del gorgojeo, a los balbuceos y de estos al grito.
La palabra vino después, a través de la imitación hasta alcanzar una afinación justa, solo que el volumen dejó al sumiso de Emilio aturdido en principio, y después sordo de por vida.©Guillermo A. Castillo.