Dicen las notas que Antonio Pigafetta, que escoltó
a Magallanes en su expedición alrededor del mundo, fue quien se ocupó de contar la historia
de cómo hallaron al primer gigante de la Patagonia, y de cómo éste se
desplomó cuando vio su propia cara reflejada en un espejo que le pusieron
enfrente.
Lo que no nunca se escribió, fue como se forjó una realidad donde cada quien sintió que era posible hacer lo que quería sin límites de ninguna clase, porque en el mundo no tenían cabida los cuerdos. ©
Lo que no nunca se escribió, fue como se forjó una realidad donde cada quien sintió que era posible hacer lo que quería sin límites de ninguna clase, porque en el mundo no tenían cabida los cuerdos.
Me gusta, es curioso, porque yo no lo sabía :)
ResponderBorrarBeso
Hola, Pamela; La imaginación hace posible la realidad.
ResponderBorrarUn saludo y gracias por posarte aquí.
Besos van.
Que cierto...
ResponderBorrarBeso