![]() |
Eltiempo.com |
—…Eeeso, marica, seguí riéndote
de mí… Pero conmigo te va a saber a leche de perra. ¡Esperate no más,
malparida! Te reís de mí porque te pregunté en el salón dizque de belleza que
montaste en esa ratonera, que si era verdad que al pintarme el pelo de rubio
me vería gorda de cara. Y vos, luego de mirarme de arriba abajo y como si nunca me
hubieras visto, soltaste la vulgar carcajada que tenés para reíste en mi propia
cara y decirme:
—Lo que te hace engordar son las
papas fritas, no el tinte.
—¡Cálmense par de viejas maricas!
Ya se van a agarrar por esas güevonadas. Se habían demorado.
—Mire, gonorrea, no se meta en lo
que no le importa.
—¡Uyyy, mírenme cómo tiemblo!—
Avise si también la va a coger conmigo, porque yo si le salgo pa’ las que sean.
—Ya se lo advirtieron china,
mejor cierre el pico.
—¿Y qué? Lo que pasa es que
está resentido conmigo porque no quise pichar con él.
—¿Sabe qué malparida,
cállese esa jeta, lo dice porque nunca se lo he pedido a usted? Enrosque la
lengua y métasela por donde ya sabe.
— ¡Bueno, bueno, dejen ya la
maricada! ¿Otra vez por tripa?
—No cucha, yo lo que quiero
saber es si de verdad que el pelo rubio engorda.
—Cuando yo me pintaba el pelo
rubio claro, a mí sí me daba la impresión que me veía más ancha de cara. Así
que me lo oscurecía un poco y me veía bien.
—Lo que pasa vieja es que esta
vive sugestionada por lo que no es.
—Párela carniseco, si es que
todavía quiere seguir respirando.
—Yo te
recomendaría el pelo largo y negro para que tu cara se vea delgada y te haga ver
más grande y te endurezca las facciones.
—¿Y estas guarichas desde cuándo resultaron con sesos de pollo?
—Oiga estúpido, hable pasito que nos están mirando.
En el oficio se necesita así, sino no te van a comer de cuento. Es decir, el negro te destaca más los rasgos, no te hace ver la nariz más grande, además te afina más el rostro, y te hace ver más mayor... Esas cosas, independientemente al color de piel, ojos y labios que se tengan te hacen más temible y para el negocio se necesita porque güevones, como éste, caen a montones con una miradita que les des una antes de la chuzadita en agradecimiento por confiados. ©Guillermo A. Castillo.
—¿Y estas guarichas desde cuándo resultaron con sesos de pollo?
—Oiga estúpido, hable pasito que nos están mirando.
En el oficio se necesita así, sino no te van a comer de cuento. Es decir, el negro te destaca más los rasgos, no te hace ver la nariz más grande, además te afina más el rostro, y te hace ver más mayor... Esas cosas, independientemente al color de piel, ojos y labios que se tengan te hacen más temible y para el negocio se necesita porque güevones, como éste, caen a montones con una miradita que les des una antes de la chuzadita en agradecimiento por confiados. ©Guillermo A. Castillo.