15 de septiembre de 2018
ORIGINALIDAD
Aquel escritor en un acto de evidente
obsesión por ser diferente, concluyó que el beso tiene una función social
humana determinante en el proceso de cortejo entre dos personas, y que en
el momento decisivo de esa revelación, un beso puede ser una coma, un signo de
interrogación o un signo de exclamación, pero sin demasiados ejercicios de
estilo porque es en función de una misma expresión. ©Guillermo A. Caastillo
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