26 de agosto de 2017
COMO PÁJAROS
Con rabia me abrí el pecho y algunas aves salieron a picotear la confusa claridad. Exhibir mi cuerpo roto era herirme sin haberme apuñalado. Por eso, de la oscuridad fueron hacia la luz persiguiendo las insondables palabras que como hojas perezosas ahora caen sobre su vuelo inicial. Hoy decidí sacar del cajón viciado de mi pecho, las volátiles consternaciones que un día me escribiste.©Guillermo A. Castillo.
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