A la sala de espera llegó con sus
negros presagios. Ideas y sacudidas fueron producto de aquella súbita coalición. Estar allí sólo significa aguardar a la desalmada muerte o
también a la prometida resurrección como principios supremos, irreductibles y
antagónicos. Agotadas todas las posibilidades, salió resignada, sólo le queda, más
que vivir, matar el tiempo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Visitas del mes pasado a la página
3,098
Translate
Especial: La novela en mil textos
Homenaje a Georges Méliés
Colegio Académico de Buga
Antología de minicuentos contundentes
ESCARABAJO

Revista Antología de amor y desamor: dos textos míos
Powered by
Issuu
Publish for Free
Revista Salvo el crepúsculo: microrrelatos de mi autoría.
Powered by
Issuu
Publish for Free