Su nombre fue punzado varias
veces en la piedra porque no encontró paz en las tumbas de cuatro iglesias de
tres ciudades distintas por culpa de sus monstruosidades. Finalmente, no contentos, fue
escondido en la pared de una iglesia olvidada para beatificar sus pecados y
convertirlo en un mito. ©Guillermo Castillo.
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