En ese tiempo todo era agua, monotonía en movimiento, pero quedaba mucho por hacer. El cansancio acumulado, producto de siete días con sus correspondientes noches de trabajo forzado, hizo que el Gran Hacedor se quedara dormido y soñara la continuidad de su obra dejando que los colores de su paleta se mezclaran con el agua.©
6 de noviembre de 2010
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