foto de Armando Matiz |
... Durante muchos años, los visitantes extranjeros anotaron en sus diarios una comprobación que año tras año habían registrado las estadísticas: había más hombres que mujeres en las calles. Pero nosotros nos dolíamos de que no existiera una estadística de la casualidad. Entonces hubiera podido comprobarse que en un instante fugaz y asombroso pasó por las calles de la ciudad la mujer más bella del mundo.
foto Guillemo Angulo |
Los sabios nos habían dicho: "Mirad los libros por fuera y conoceréis por dentro a la ciudad". Obedeciendo a esa enseñanza, habría podido descubrirse que el espíritu de la ciudad estaba hecho de versos sentimentales, de manuales de divulgación científica y de relatos de aventuras interplanetarias. Pero, a despecho del trascendentalismo de los sabios, era mejor la anécdota: un cliente que por deformación profesional miraba a hurtadillas la última página de una novela policíaca, para descubrir sin comprar el libro quién era el asesino.
... El lunes, una certidumbre nos llenaba de fortaleza: tarde o temprano volvería a ser domingo.
La calle: Estampas para recordar a Bogotá. Gabriel García Márquez.
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