Lo normal no acaba por gustarme. Y siempre ignoraré la razón. En ese banco después se sentará una pareja, muerta en arrumacos, queriendo saber a dónde van.Un abrazo
Lo normal no acaba por gustarme. Y siempre ignoraré la razón.
ResponderBorrarEn ese banco después se sentará una pareja, muerta en arrumacos, queriendo saber a dónde van.
Un abrazo