¿Cuánto hace que escribes? ¿Eras de esos niños que soñaban con ser escritores?
Lo hago desde que me conozco, desde el día en que las primeras historietas colmaron mis manos por simple trueque o por unas monedas.
¿Qué sentiste la primera vez que tuviste un libro escrito por ti entre tus manos? A mí me parece algo fascinante…
Sin duda alguna. Cuando auto edité mi primer libro, La eternidad del instante, no podía creer que mi nombre estuviera impreso en su atractiva carátula, ni que fuera una realidad después de años de silencio y espera.
¿Cómo valoras tu primera experiencia con la autoedición?
Compleja, porque uno confía sus aspiraciones en quien dice saber hacer su trabajo, pero al final otra fue la realidad por no haber elegido bien. En suma, tuve muchos sinsabores de los cuales aprendí. Ahora estoy más sosegado, y eso, gracias a Letra Minúscula.
Háblanos de tu próximo libro…
Como escritor en ciernes estoy inmerso en un proceso creativo de “menor” a mayor exigencia. Asunto que no es cierto porque en la brevedad cabe todo. Es decir, mi primer libro está dedicado al cuarto género literario narrativo: el microrrelato. El actual contiene veintinueve cuentos cortos y, el próximo será una novela, cuya simiente es uno de los cuentos contenidos en mi segundo libro Uno de mi calle me ha dicho.
Encontrarán un libro con veintinueve cuentos cortos en los que se entremezclan las historias de diversos personajes y donde se dan cita el amor, la miseria y los anhelos situados en escenarios concretos, donde los personajes intentaran ser protagonistas de su propia (y mediocre) existencia en un mismo libro.
Eres también autor de numerosos microrrelatos. ¿Crees que vivimos la edad de oro de ese subgénero?
Desde luego, el microrrelato es, aparte de sus connotaciones ideológicas textuales procedentes de la posmodernidad, una especial forma narrativa en la que se extreman las estructuras formales canónicas del cuento. Por tanto su aparición, desarrollo y consolidación, tanto en el espacio público comercial-editorialista, así como en el ámbito escolar y académico, es de suma importancia en los tiempos de la generación del vertiginoso pulgar.
¿Es tan difícil publicar en Colombia en una editorial tradicional como en España?
Por supuesto. Y más cuando me presento como Guillermo Castillo y ese nombre no significa nada en el mundillo editorial. Todo escritor ansía que lo lean y que le digan lo bien que escribe, pero eso es difícil de conseguir. Será por eso que alguien por ahí dijo que ser publicado por editorial es una torre de sueños, y hasta de naipes.
Gracias por tu tiempo y mucho éxito.
Bárbaro. Estuviste sensacional. El cuento sigue siendo un incomprendido, y es una pena
ResponderBorrarEnhorabuena, Guillermo. Un abrazo grande
¿El cuento un incomprendido?
ResponderBorrar¿O soy yo, el incomprendido por desconocer o alejarme de lo canónico?
B e s o s