OPINIÓN

Algunos expertos aseguran que ya no se debe hablar de aulas de clases, pues es necesario ir más allá de estos espacios y transformarlos con Imaginación, Innovación e Informatización.

Pensando en lo anterior aceptamos la cordial invitación del Comité de comunicaciones de la Universidad del Valle Sede Tuluá, para escribir acerca de lo que acontece al interior de la Universidad, sobre los procesos que adelantamos profesores y estudiantes desde las diferentes asignaturas. He aquí lo que en su oportunidad aportamos para el periódico El Obelisco, organo de difusión escrita de Univalle Tuluá:

LA VIDA: UNA FIESTA

Teniendo en cuenta lo que nos une y lo que despierta nuestro interés en volver los ojos hacia el estudio y la descripción de la lengua, nos propusimos a aprender a reseñar un libro o una película desde la asignatura de Comprensión y Producción de Textos en Ingeniería de Sistemas, primer semestre (2009-II).

Basados en la película "Enemigos Públicos", cuya historia es un bosquejo de la ola de crímenes que tuvo lugar en la Gran Depresión Americana en los años treinta, emprendimos la tarea de ver y analizar un documento filmográfico que cuenta la vida de los famosos gánster John Dillinger, Baby Face Nelson y Pretty Boy Floyd.

Reflexionando un poco al margen de ella, sobre el subconsiente colectivo, según dicen algunos expertos de la especulativa cosa social. La vida es una gran fiesta donde todos acudimos, pues a la fiesta asistimos con trajes especiales, donde cada quien elige el suyo propio. Sin embargo, no faltará quien llegue disfrazado de doctor, de delincuente o de payaso para entretener a la gente. Sólo falta actuar para que ruede la película. Aunque el problema durante la fiesta o la vida es que ésta tiene su tiempo y si no aprovechamos los mejores momentos cuando estamos en ella o cuando tenemos a cargo la escena principal, cuando ya se nos termine la fiesta, o cuando ya nuestro disfraz ya no nos sirva, va hacer un lástima haber perdido esa oportunidad histórica.

Pero como todo tiene solución en la vida, hay que acudir a otras ardides: la trampa o el truquito bendito para saciar los apetitos. Nadie era capaz de detener a Dillinger y a su banda. No había cárcel que se le resistiera. Para capturarlo sólo había que recurrir a las traiciones épicas, una de ellas protagonizada por la notoria "Dama de rojo" y otra por Frank Nitti, el jefe mafioso de Chicago. En nuestro medio, a la chuzada oficial, porque ser sapo paga; al mensaje de texto en la prueba escrita, a la mano y no al pie para hacer el gol, a la amenaza, a la usura... Es tanta la creatividad que ya no nos importa si es el amigo o el vecino.

En la profesión de estudiante se contruye futuro, cuando se toman papeles protagónicos y se asumen liderazgos dentro de la universidad. Sin embargo, podemos permitirnos cualquier tensión al descubrir que la vida es otra cosa, cuando comprendemos que las cosas que suceden no viene por azar porque todas las experiencias vividas responden a una actitud, a un lenguaje, a una gran cadena de sucesos, pero simpre estarán las ganas por ser los mejores en buena lid.

La película es una dramática lección, donde podemos ver lo que se vive y cómo se puede vivir; en ella podemos ver los trajes brillantes (la fama a toda consta), coloridos perfectos (la vida muelle), y desde luego, lo imperfecto, lo gris (seres sin futuro) y lo oscuro (el mal ejemplo). En definitiva, estos son los verdaderos enemigos públicos que cunden por doquier y nos hacen señas.