Lleva mucho tiempo sentada tratando
de encontrar el registro indeleble
de su pasado.
Mucho antes de sentir que escribía,
le decía que la escritura puede, ciertamente, ser peligrosa.
Peligrosa si pretendía ser lo suficientemente poderosa
para cambiar su concepción del mundo.
Pero insistía en discernir sobre algo propio en aquel libro inédito,
aunque quizá nunca hubiese advertido
que "Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir",
porque la vida, en realidad, es una calle de sentido único.
No obstante, es de las que también llegó a creer que lo mejor era salir de la vida
como de una fiesta, ni sedienta ni ebria.
En realidad lo único que ambicionaba
era salir de aquel libro con el alma desnuda.
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