Cometido el crimen, se aseguró
de no dejar evidencia alguna. Llamó a un experto equipo de profesionales en
limpieza, quienes con pericia intentaron una y otra vez borrar las huellas
dejadas en el alma del asesino en lugar de hacerlo en la gran alfombra persa.©
Sin lugar a dudas, si al asesino aún le resta algo de humanidad, esas huellas no se borrarán nunca.
ResponderBorrarUn placer visitarte
Abrazos
El estropajo, la lejía y cualquier productos de limpieza son ineficaces, si las manchas del crimen siguen ensuciando el alma del homicida.
ResponderBorrarMe ha gustado cómo la escena del crimen, en ocasiones no permite limpieza o reconstrucción de los hechos.
Me gustó.
Un abrazo
qué interesante, breve, bueno
ResponderBorrarsaludos
Las huellas del alma nunca se borran y como dice el compañero Omar breve pero muy llegador. La escena del crimen nunca podra ser limpiada
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