Landázuri le hizo a Castro-Novo
una señal con la mano en alto ordenándole silencio. Cuando el disparó se hizo escuchar, Landázuri
remontó la ligera pendiente y desde arriba lo llamó para brindar
con un trago por el ejemplar cazado. Castro-Novo estaba muerto.
Los accidentes o no de las partidas de caza.
ResponderBorrarLos deseos inconscientes, o no, de cazar a los cazadores...
Un cordial saludo
Este me ha gustado especialmente. Un abrazo.
ResponderBorrarLos deseos inconscientes hacen de las suyas. Gracias por tomarte tu tiempo para dejar tu impronta.
ResponderBorrarEl que te haya gustado ya es mucho decir. Gracias por tu amable comentario.
ResponderBorrarUn abrazo.