Escondido en su madriguera y velado por tinta y papeles, el joven Gregorio Samsa garabatea: "Cuanto más escribo, más me libero, pero seguro que todavía hay en mí muchas cosas rechazables". En efecto, los insectos le producen terror y, al mismo tiempo, sospecha que uno de aquellos monstruos permanece oculto en su interior.©2015.
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