Tiene usted razón, pero permítame la licencia de intentar suavizar una descomunal tragedia por la que estamos pasando los colombianos por la construcción de la hidroeléctrica de Ituango.
Sí, mi estimada amiga todo se conjuga, y más cuando en mi país se construye una hidroeléctrica en nombre del progreso y contra la voluntad de la Naturaleza y contra miles de compatriotas que nunca fueron escuchados. Por su clamor son perseguidos y desplazados de sus lugares de origen. Por oponerse al "progreso" otros han sido asesinados. Esa es la verdadera fuerza de la devastación.
El siempre puede superar a la Naturaleza en su afán de avaricia, o de excusa. Me haces recordar la presa de Asuan, en Egipto, que hizo que Abu Simbel tuviera que levarse 60 metros y miles de nubios fueron obligados a dejar sus tierras, cementerios incluidos
El agua no es sumisa, siempre esta atacando
ResponderBorrarAbrazos
Tiene usted razón, pero permítame la licencia de intentar suavizar una descomunal tragedia por la que estamos pasando los colombianos por la construcción de la hidroeléctrica de Ituango.
BorrarEl agua y el viento, hacen y deshacen los paisajes. Preciosa manera de rendir homenaje a su fuerza.
ResponderBorrarUn abrazo grande
Sí, mi estimada amiga todo se conjuga, y más cuando en mi país se construye una hidroeléctrica en nombre del progreso y contra la voluntad de la Naturaleza y contra miles de compatriotas que nunca fueron escuchados. Por su clamor son perseguidos y desplazados de sus lugares de origen. Por oponerse al "progreso" otros han sido asesinados. Esa es la verdadera fuerza de la devastación.
ResponderBorrarEl siempre puede superar a la Naturaleza en su afán de avaricia, o de excusa. Me haces recordar la presa de Asuan, en Egipto, que hizo que Abu Simbel tuviera que levarse 60 metros y miles de nubios fueron obligados a dejar sus tierras, cementerios incluidos
BorrarPor el progreso, no todo vale. Un abrazo