Con los días, el desarrollo evolutivo de la voz de Emilia fue paralelo a la evolución del resto del cuerpo. Pasó del gorgojeo, a los balbuceos y de estos al grito.
La palabra vino después, a través de la imitación hasta alcanzar una afinación justa, solo que el volumen dejó al sumiso de Emilio aturdido en principio, y después sordo de por vida.©Guillermo A. Castillo.
Preciosa historia de la voz primigenia, si bien la sordera de Emilio sólo la entiendo si la primera palabra fuera un grito desgarrador. Que pudiera ser. En cualquier caso, un texto grande.
ResponderBorrarUn abrazo y feliz domingo
La sordera que acusamos frente a los que claman, sufren y hasta violentamos por un plato de comida pedido por el hambriento. La sordera hasta escucharnos a nosotros mismos. La sordera ante la reclamación de un derecho fundamental. Todo eso, como en Los Feos de Mario Benedetti, nos hace diferentes.
ResponderBorrarOtro cariñoso saludo para ti
Los silencios me llegan
ResponderBorrarser sordo es difícil
me gusta tu texto y como escribes