La mujer se hizo de frente a
mí, aunque en realidad estaba detrás del vidrio que con esmero enjabonaba. Una auténtica
revelación fueron sus excitados senos. Por fin entendía que al aplicarse una
excitación periódica de frecuencia diferente a la frecuencia propia de la oscilación
del sistema, se logra que vibren aquellos cuerpos según
la frecuencia de excitación. ©2015.
6 de diciembre de 2015
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