Ignoro si fue Dios o la propia naturaleza de la Tierra, planeta ridículamente pequeño pero intensamente azul, pero es evidente que el hombre en empeña en afear lo que es bello y perfecto en su simplicidadUn abrazo
En efecto, muchos hacen hasta lo imposible para no reconocer la belleza por su simplicidad. Un abrazo.
Ignoro si fue Dios o la propia naturaleza de la Tierra, planeta ridículamente pequeño pero intensamente azul, pero es evidente que el hombre en empeña en afear lo que es bello y perfecto en su simplicidad
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En efecto, muchos hacen hasta lo imposible para no reconocer la belleza por su simplicidad. Un abrazo.
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