9 de abril de 2008

CONSEJOS PARA ESCRIBIR MAL - PAUL W. MERILL

>> ...Una mala redacción es tan común que cualquier persona instruida debiera saber algo acerca de ella. Muchos científicos redactan pobremente, pero quizás sólo por intuición, sin percibir claramente cómo logran sus resultados.


Un artículo sobre las bases de la mala redacción podría ayudar a que cobren conciencia del arte de escribir mal. Todo autor se considera bien calificado para redactar mal un artículo, ya que puede escribir mal sin siquiera intentarlo.

El estudiante promedio encuentra sorprendentemente fácil aprender los trucos esenciales de una mala redacción, pero para hacerla en forma coherente deben conocerse unos cuantos principios esenciales: 1) olvide al lector, 2) sea tedioso, vago y grandilocuente, y 3) no revise.


1) OLVIDE AL LECTOR

El mundo está dividido en dos grandes grupos: usted y los demás. Un poco de oscuridad o tortuosidad alredactar mantendrá a los otros a distancia segura; si se acercan pueden ver demasiado. Redacte como si escribiera un diario personal, mantenga su mente concentrada en el tema sin pensar en el lector. Usted, el tema y el lector forman un mal triángulo que debe evitar. Esto es fundamental; tomar en consideración la probable reacción del lector es una seria amenaza a la mala redacción; aún más, requiere de esfuerzo mental considerable.

Un argumento lógico es que si usted escribe suficientemente mal, tendrá tan pocos lectores que no merecerán esfuerzo alguno. Olvide al lector siempre que pueda. Si el título de un artículo, por ejemplo, significa algo para usted, suspenda ahí el escrito; no lo piense más, porque si el título desconcierta o desorienta al lector, usted ha ganado el primer asalto. En igual forma, el resto del artículo debe escribirlo para usted mismo, no para el lector.

Practique una técnica de cara dura, manteniendo todos los hechos e ideas en el mismo nivel, o dándoles el mismo énfasis, sin indicaciones sobre la importancia relativa y sin intentar una secuencia lógica.

Use frases largas que contengan muchas ideas débilmente relacionadas entre sí. La conjunción "y" es el lazo de unión de empleo más frecuente en una mala redacción, ya que no indica causa o efecto, ni distingue entre las ideas principales y las subordinadas. Rara vez en la mala redacción aparece porque, o punto y coma, puesto que ambos son remplazados por "y". Jamás aparece punto y seguido, por lo que no debe usted emplearlo nunca, por ningún motivo, si quiere escribir mal. Esto no es todo, necesita usted disfrazar las transiciones del pensamiento. Evite palabras de conexión como además, por otra parte, sin embargo.

Si es capaz de resistir la tentación de dar una señal de cambio de pensamiento, use como quiera que sea. Una buena oración empieza con el sujeto o con una frase especialmente significativa. El antecedente oculto es un truco común de la mala redacción; use un pronombre para referirse a un nombre muy lejano, o para uno francamente subordinado en el pensamiento o en la sintaxis; el pronombre deberá referirse a algo no expresado directamente.

Si desea realizar un pequeño juego, ofrézcale al lector como carnada el antecedente equivocado y quedará admirado de cuán fácilmente lo pesca. Al olvidar al lector evite la construcción paralela, la frase equivalente más sencilla, la cual, al proporcionar el símil, aclara el sentido de lo escrito. No hay necesidad de citar ejemplos, ni casos concretos que orienten la imaginación del lector para comprender las afirmaciones generales y abstractas.

Debe haber sido un alma cándida la que dijo: "Cuando el pensamiento es paralelo, hagamos las oraciones paralelas". Usted sea más complicado, inesperado e inconsecuente. Escriba: "A está relacionado con B". "Hay una relación entre C y D". "Entre E y F existe una relación". La dificultad del lector será tanto mayor cuanto más complejas sean las oraciones paralelas y hasta parecerá que no hay ningún paralelismo. En cualquier escrito técnico omita unos cuantos detalles, sobre todo aquellos detalles que la mayor parte de los lectores necesitan saber.

Puesto que usted tuvo que descubrir cosas por el camino difícil, ¿por qué hacerlas fácil para el lector? Evite definir los símbolos. Nunca especifique las unidades de los datos que presenta y, por supuesto, será cuestión de amor propio el dar valores numéricos de las constantes en las fórmulas. Con estas omisiones algunos escritos resultarán demasiado cortos, pero puede alargarlos explicando cosas que no necesitan explicación. Al describir, preste especial atención a los títulos que se explican por sí mismos, y deje al lector que averigüe el significado de Pr'.


2) SEA TEDIOSO, VAGO Y GRANDILOCUENTE



Los pecados capitales de la mala redacción son sencillez y concisión. Evite ser específico; esto imita. Use bastante verborrea: incluya palabras y oraciones superfluas. Un pensamiento árido le sugiere al escritor que la verborrea sirve en cierta forma como un pretexto o aun como un halo místico por medio del cual puede glorificarse una idea.

Una nube de palabras sirve para ocultar los defectos de la observación o el análisis, bien por la oscuridad que provoca o porque distrae la atención del lector. Introduzca nombres abstractos en cualquier instante, diciendo por ejemplo: "LA MAGNITUD DEL MOVIMIENTO en una DIRECCIÓN hacia abajo no es de consideración".

Haga uso frecuente de las palabras CASO, CARÁCTER, CONDICIÓN, PRIMERO Y ÚLTIMO, TIPO, TAL, MUY. Abuse de los gerundios, y empiece con ellos las oraciones más largas. La mala redacción como el buen fútbol, es deslumbrante, pero no contiene información. Se usan con frecuencia los adjetivos para aturdir al lector; no es difícil hacerlos ostentosos o hiperbólicos; por lo menos pueden ser floridos o inexactos.

Palabrerío En lugar de escribir como en la Biblia: "Dad al César lo que es del César", escriba: "Se deberá considerar apropiado desde un punto de vista moral o ético, en el caso del César, proporcionar a ese potentado todos aquellos objetos y materiales de cualquier tipo o carácter en que pueda comprobarse que su fuente original sea del dominio del citado". (Es lo mismo, pero ¿lo entendió?) En lugar de decir en el lenguaje sencillo de Shakespeare: "No soy orador como Bruto", escriba: "El que habla no es lo que puede llamarse un adepto a la profesión de la oratoria, lo que puede decirse del señor Bruto".

En vez de escribir con concisión: "Las fechas de varias observaciones son dudosas", escriba : "Empero, se debe mencionar que, en el caso de varias observaciones, hay lugar para una duda considerable respecto a la exactitud de las fechas en que aquéllas fueran realizadas". En vez de escribir en forma razonable: "Ocurren cambios excepcionalmente rápidos en el país", escriba: "Ocurren en el contexto del país cambios que son verdaderamente excepcionales respecto a la rapidez de su acontecimiento".

En vez de escribir sin dramatismo: "Aparecerán dificultades matemáticas y de observación", escriba: "Se encontrarán dificultades formidables tanto de tipo matemático como observacionales". En vez de escribir: "Dos comunidades cambiaron con rapidez", escriba : "Hay dos casos en los cuales las comunidades cambiaron con una rapidez considerable".

En vez de escribir: "Tres grupos tienen ingresos inferiores al ingreso medio", escriba : "En tres casos el ingreso de los grupos es inferior al ingreso medio".


3) NO REVISE


Escriba apresuradamente, de preferencia cuando esté cansado. Hágalo sin plan, escriba los puntos conforme se le ocurran. Jamás reescriba o redacte más de una vez el mismo texto. Así el artículo será espontáneo, y pobre. Entregue su manuscrito en el momento de terminarlo.
Releerlo pocos días después podría llevarlo a correcciones que rara vez empeoran el escrito. Si usted proporciona su manuscrito a colegas (una mala práctica), no preste atención a las críticas y comentarios. Más tarde, resista toda sugerencia del editor.

Debe ser fuerte e infalible, no deje que nadie doblegue su personalidad. El crítico trata de molestarlo por algún motivo oculto, inconfesable: la probabilidad que tiene de mejorar su escrito es tan grande que debe estar siempre en guardia.


SUGERENCIA FINAL PARA UNA MALA REDACCION: NO LEA.

("Las bases para una mala redacción" de Paul W. Merill, incluido en Redacción aplicada, de la Lic. Guillermina Baena Paz, México, Ed. Mexicanos Unidos, l98O.) <<

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