La descubrí hace años. Me acompañó todas las veces que acudí a ella. Una tarde se
silenció la cinta que contenía cada palabra suya. No sé por qué dejé de
escucharla. Hace unos meses volví a verla, me sumergí de nuevo entre los matices de su voz. Hoy, miro de frente… La
vida nos lleva y nos trae, me dijo. Gracias por volver, por seguir soñando con
mi música y hacerla realidad. Una artista es como una luna que si no tiene
estrellas a su lado no puede brillar. ©
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Solemos emplear la palabra fanático en tono peyorativo. Sin embargo este micro relato tuyo la eleva a su máxima.
ResponderBorrarMaravillosa la relación que se establece entre cantante y admirador. Me encantó la frase última, bien valiera uno de los "fotomensajes" de esos que suelo poner en mi blog.
Un saludo cariñoso Guillermo.
Querida Almenara de mi parte haz lo quieras.No olvides darme crédito.
ResponderBorrarUna vez más, gracias por tus amables palabras.