Ante sus ojos, durante un maniaco recorrido, son llevadas sobre los hombros de los cargueros diversas imágenes talladas. Cada efigie, le persuadieron, es un nivel de pecado, sea grave, intencionado o frecuente. Una representación es un paso, una sensación de agobio por las falsedades que admitió. ©Guillermo A. Castillo.
15 de abril de 2017
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario