El hombre es tan largo como la
misma calle que recorre. Su estatura le permite estar a la altura de aquellos sueños
que le son esquivos y que la demás gente tiene. Pero su vida no se centra en
los que no tiene, sino en aquellos imposibles, improbables y eventualmente
inevitables que la gente no alcanza.©Guillermo A. Castillo
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Centrase en la sombra de la mañana, alargada y larga, menor que en la del mediodía, diminuta y enganchada a los pies. Pues me parece que sí, que es la mejor estrategia al entrar ne una calle a transitar
ResponderBorrarUn abrazo grande, Guillermo. Desde este lado del mar
Siempre recibirás de mi parte la reciprocidad de tus palabras y de tu saludo.
ResponderBorrarUn abrazo.
Y son pocos los que así se estiman
ResponderBorrarAbrazos
Demasiada estimación y demasiado aprecio a sí mismo son igualmente absurdos.
Borrarhasta otro momento.
Julio David, muchas gracias por tu comentario y presencia. Un buen apunte el tuyo.
ResponderBorrarChao, saludos desde esta esquina colombiana.
Hace años que tengo la certeza de no dar jamás con la altura de mis sueños.
ResponderBorrarSaludos,
J.
José, será que ¿Todos tenemos días en que creemos que el sol brilla más en otra parte?
ResponderBorrarSaludos.
Hay que escoger el momento en que eso suceda y tener así un subidón de autoestima.
ResponderBorrarMuy bueno.
Un saludo.