El futuro nos tortura y el pasado nos encadena.
He ahí por qué se nos escapa el presente.
Gustave Flaubert (1821-1880) Escritor francés.
Hablaron con sinceridad cuando se encontraron en un
prolongado abrazo, y en cuanto cruzaron las primeras palabras tuvieron la
sensación de haber empezado a hacer el amor. Estuvieron casi inmóviles bajo sus
párpados, fue entonces cuando advirtieron que en realidad no tenían nada entre
sus manos para cambiar su presente.
El presente de los abrazos largos, como la vida que se explican en ellos, son puentes tan íntimos, que pueden verse las llamaradas de amor que emiten. Sin una sóla palabra. Convierten en presente el pretérito perfecto que no pudieron comunicar.
ResponderBorrarMUY bueno. Un abrazo.
Gracias querida Albada, ya estaba extrañando tus palabras que saben complementar mis ideas.
ResponderBorrarUn abrazo desde la distancia azul.