A las cinco se cierra la barra
del treinta y tres, pero Mario no sale hasta las seis. Y si encima le toca
hacer caja, despídete, casi siempre se le hace de día, mientras María, ya se ha
puesto en pie; ha hecho la casa, ha hecho hasta café, y le espera medio
desnuda.
Mario llega cansado y saluda,
sin mucho afán, quiere cama pero otra variedad; y María se moja las ganas en el
café Magdalenas del sexo convexo; luego al trabajo en un gran almacén; cuando regresa
no hay más que un somier, taciturno que usar por turnos.
Cruz de navajas por una mujer. Brillos
mortales despuntan al alba. Sangres que tiñen de malva el amanecer. Pero hoy
como ha habido redada en el treinta y tres, Mario vuelve a las cinco menos diez
por su calle vacía, a lo lejos, solo se ve a unos novios comiéndose a besos; el
pobre Mario se quiere morir, cuando se acerca para descubrir, que es María con compañía.
Cruz de navajas por una mujer. Brillos
mortales despuntan al alba. Sangres que tiñen de malva el amanecer.
Sobre Mario de bruces tres
cruces: una en la frente la que más dolió, otra en el pecho la que le mató, y
otra miente en el noticiero: "Dos drogadictos en plena ansiedad, roban y
matan a Mario Postigo, mientras su esposa es testigo desde el portal".
En vez de cruz de navajas por
una mujer. Brillos mortales despuntan al alba. Sangres que tiñen de malva el
amanecer.
José María Cano
© Sociedad General de Autores
de España (SGAE)
***
«Cruz de navajas» canción del grupo español de música pop Mecano del segundo sencillo "Entre el cielo y el suelo".
La canción fue compuesta y producida por José María Cano el 28 de julio de
1986.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario