La calle es una selva de
cemento y de fieras salvajes, cómo no ya no hay quien salga loco de contento donde
quiera te espera lo peor. Juanito Alimaña con mucha maña llega al mostrador saca
su cuchillo sin preocupación dice que le entreguen la registradora saca las
billetes, saca un pistolón. ¡Pum!
Sale como el viento en su
disparada y aunque ya lo vieron nadie ha visto nada. Juanito Alimaña pa' la
fechoría se toma su caña fabrica su orgía. La gente le teme por que es de
cuidado pa' meterle mano hay que ser un bravo si lo meten preso sale al otro
día porque un primo suyo 'tá en la policía.
Juanito Alimaña si tiene maña
es malicia viva y siempre se alinea con el que está arriba y aunque a medio
mundo le robó su plata todos lo comentan nadie lo delata, y aunque a todo el
mundo le robó la plata, todos lo comentan nadie lo delata...
En su mundo mujeres, fumada, y
caña atracando vive Juanito Alimaña. Cuando él era muchachito las cositas que
pedía... y si tú no se las daba, las mangaba, como quiera la cogía. En su mundo
mujeres, fumada, y caña atracando vive Juanito Alimaña ese... ese tumba lo que ve, si lo ve mal
puesto, anda cuida tu cartera, ese sí que sabe de eso.
El otro día lo encontré y
guilla'o, él me decía tumba aquí lo que tú quieras pues mi primo es policía. Como alma que lleva el diablo se tira su
disparada y aunque la gente lo vio no lo ratean porque nadie ha visto nada. El
rey de las fechorías, ayer me dijo Facundo, todo el mundo lo conoce: óyeme, en
el bajo mundo, mira, mírale las manos en ellas no tiene un callito, ese nunca
ha trabajado y siempre anda bien bonito. Mira, la gente le teme al tipo porque
el hombre es de cuidado díganme a quién en el barrio los chavos él no le ha
tumbado.
Héctor Lavoe
***
“Juanito Alimaña”, fue escrito por Tite Curet
Alonso quien recrea la selva de concreto que es la ciudad de Nueva York, donde
te quitan las medias sin quitarte los zapatos. Este éxito fue grabado por Willie
Colón y Héctor Lavoe, en el 1983, en el álbum El vigilante.
LA CAMA VACÍA
Desde
un tétrico hospital donde se hallaba internado, casi agónico y rodeado de un
silencio sepulcral, con su ternura habitual, la que siempre demostró, quizá con
esfuerzo o no desde su lecho sombrío, un tísico amigo mío esta carta me
escribió.
"Querido
amigo quisiera, que al recibir la presente, te halles bien, y que la suerte te
acompañe por doquier. Por mi parte, mal pudiera decirte que estoy mejor, si al
contrario, en mi dolor, postrado en mi lecho abyecto ya soy un pobre esqueleto que
a mí mismo me da horror.
La
carta es para decirte que si podés algún día, vení a hacerme compañía vos que
tanto me quisiste; estoy tan solo y tan triste que lloro sin contenerme, ya
nadie suele quererme, todos se muestran impíos, de tantos amigos míos ninguno
ha venido a verme.
Hoy
yo te doy la razón pues veo en mi soledad, que esa llamada amistad es tan sólo
una ilusión. Cuando uno está en condición tiene amigos a granel. Pero si el destino
cruel hacia un abismo nos tira, vemos que todo es mentira y que no hay amigo
fiel.
Bueno,
aquí ya me despido, y al poner punto final recibe un abrazo leal de quien
siempre te ha querido. A tu mamá, que no olvido, también mis recuerdos dale, mucha
devoción mostrale y de cariños colmala... Vos que la tenés, cuidala. ¡Si
supieras cuánto vale!"
Llegó
el domingo, y ansioso por aquel amigo leal, penetré en el hospital angustiado y
pesaroso, me dirigí silencioso al lugar
donde sabía que su lecho encontraría. Mas... ¡ay!... no bien lo encontré, asombrado
me quedé al ver la cama vacía.
***
"La cama vacía" letra anónima, versión tango-bolero. Algunos atribuyen la autoría a Carlos Gardel, aunque también la interpretó. Son muy conocidas las interpretaciones de los colombianos Óscar Agudelo, Alci Acosta, Julio Jaramillo , también se conoce la versión del cubano Orlando Contreras Tello.
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